Suecia: una dura autocrítica tras superar las 4.500 muertes
El epidemiólogo estatal admitió que deberían haber impuesto más restricciones.
Anders Tegnell, epidemiólogo estatal de Suecia y principal responsable de la gestión de la pandemia, admitió que el país europeo -que aplicó una de las estrategias menos estrictas del continente para combatir el coronavirus- debería haber impuesto más restricciones, ya que se han producido demasiadas muertes.
“Si nos encontráramos con la misma enfermedad, con exactamente lo que sabemos ahora, creo que optaríamos por un camino del medio entre lo que ha hecho Suecia y lo que ha hecho el resto del mundo”, señaló Tegnell en entrevista con la radio pública sueca Sveriges Radio, reconociendo que “hay potencial de mejora en lo que hemos hecho”.
El país escandinavo -que registra más de 40.800 contagios y 4.542 muertes- ha mantenido abiertas escuelas y negocios, incluidos bares, restaurantes y centros comerciales.
El gobierno de centroizquierda se ha guiado por los consejos de la Agencia de Salud Pública y Tegnell. Así, se prohibieron las concentraciones de más de 50 personas, se suspendieron las clases presenciales en institutos y universidades, y se restringieron las visitas a residencias de ancianos.
Sin embargo, la estrategia sueca se ha basado en la recomendación de minimizar el contacto y preocuparse por la higiene, evitando restricciones más drásticas como las aplicadas por sus vecinos.
El principal objetivo del gobierno era proteger a la población de riesgo, pero el 90% de los fallecidos por Covid-19 han sido mayores de 70 años, y de esta cifra, la mitad vivía en residencias de ancianos y otro 25% en sus casas con servicios de cuidado a domicilio.
A mediados de abril, el primer ministro, Stefan Löfven, admitió que la preparación de Suecia ante la llegada del virus no había sido lo “suficientemente buena”.
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